El volcanismo de Io
Io, satélite de Júpiter, posee prácticamente la misma masa, diámetro y radio orbital de la Luna.
Su superficie está cubierta de volcanes (activos e inactivos) y de lagos de lava. La actividad
volcánica es tal que los depósitos volcánicos se acumulan a un ritmo de 1 mm de espesor
por año por toda la superficie de Io. De todos los objetos del sistema solar, Io es aquel cuya
superficie se renueva más rápidamente.
De dónde procede la energía disipada por el volcanismo
Los volcanes de Io expulsan gas a más de 1 km/s, 20 veces más rápido que un volcán terrestre.
El volcanismo de Io tiene su fuente en el efecto de marea. Dado que Júpiter es 318 veces más
masivo que la tierra, las variaciones de marea que sufre el satélite tienen una amplitud de
varios kilómetros.
Como en el caso de la Luna los periodos de rotación y revolución de Io están sincronizados,
de manera que su movimiento está fuertemente perturbado por las dos otras lunas de Júpiter,
Europa y Ganímedes, con las que su órbita es resonante.
Bajo el efecto de la atracción de los otros satélites, Io se adelanta o se atrasa con respecto
a su revolución media. Lo que da como resultado un desplazamiento de la deformación de
marea, y conduce a una fuerte disipación de energía: la variabilidad y el desplazamiento de
los "montículos" de marea disipan por rozamiento la suficiente energía como para hacer fundir
parcialmente el interior del satélite y generar así una actividad volcánica.