El papel central del Sol
La visión geocéntrica es necesaria -describe lo que vemos- pero no suficiente : no nos permite
hacer una aproximación completamente razonada. Suponer el Sol en el centro, como hizo
Copérnico, permite no sólo simplificar la forma de la órbita, sino que además condujo a Kepler
a medir precisamente la trayectoria de Marte.
De hecho, si
se observa Marte
en diferentes fechas, espaciadas por un múltiplo de su periodo de revolución sideral, la posición de
Marte con respecto al Sol y a las estrellas es fija. No ocurre lo mismo con la Tierra, que en un periodo
de tiempo no relacionado con su propio periodo de revolución ha recorrido un fragmento de su
órbita.
Esta situación permite observar Marte en la misma posición con respecto al Sol y a las estrellas, pero
con un ángulo diferente. De esta manera se puede medir la distancia a Marte por
triangulación