Los
fragmentos
del cometa Shoemaker-Levy 9
se quemaron en la atmósfera de Júpiter
entre los días 16 y 20 de Julio de 1994. Provenían del núcleo de un cometa capturado por el planeta
gigante, fragmentado por efecto de marea tras un primer paso por el perijuveo en 1992. De aquí en
adelante se considerará la órbita del cometa (muy elíptica en realidad) como una órbita parabólica,
análoga desde el punto de vista energético.