La ley de Hubble
El más usado de los estimadores de distancias sigue siendo la ley de Hubble. En 1929, analizando las
líneas de los espectros de las galaxias, Edwin Hubble mostró que los espectros aparecen
sistemáticamente desplazados hacia el rojo. Este desplazamiento espectral, interpretado a través del
efecto Doppler
debido a la velocidades de alejamiento de las galaxias, es proporcional a la distancia de las
galaxias.
Cuanto más lejos está una galaxia, más rápido se aleja. Esto significa que el Universo está en
expansión.
El concepto de un universo evolutivo, en expansión, se tiene en cuenta en las ecuaciones de la
relatividad géneral. La relatividad géneral explica que no son las galaxias las que se desplazan , sino que
es el espacio mismo que se dilata.
La medición de la constante de Hubble
Las medidas actuales de la constante de proporcionalidad
(o constante de Hubble) obtienen un valor contenido entre 50 y 70 km/s/Mpc.
Sin embargo, la proporcionalidad entre las velocidades no es válida que para pequeñas escalas
(inferiores a 5 mil millones de años luz), donde no se notan los efectos de la curvatura del
espacio.
Por el contrario, los movimientos de las galaxias siendo del orden de algunas centenas de km/s,
la velocidad radial observada no es un buen indicador de la velocidad cosmológica salvo a
partir de una cierta distancia a la cual estos movimientos son despreciables con respecto a la
expansión (más allá de cientos de millones de años luz). Entonces, son los
redshifts, incluso si proporcionan una distancia "imprecisa" debido a los movimientos
locales, los que permitieron realizar las primeras cartografías 3D de nuestro universo cercano
y el descubrimiento de grandes estructuras : cúmulos, filamentos, burbujas y grandes paredes
que se observan a cientos de millones de años luz.